sábado, 30 de enero de 2010

Y el que se lo aprenda que pague una prenda

¿A cambio de qué te doy qué? Un engaño por otro. Un precio por intangible. Desvalorizadas porciones entre las fieras de los engolados.  Repite conmigo "no  tengo, ofrezco", de nuevo "no tengo, ofrezco" y otra vez "no tengo, ofrezco". Tápate las orejas si no quieres escucharme, es tu posición preferida, pero hazlo fuerte, presiona las manos contrapuestas, mucho, pues mi algarabía llega lejos (incluso sin yo pretenderlo) Represalia de equidistancia, llego sin que tú quieras, y sin que tú quieras (incluso contra ti mismo) parto del punto de encuentro (incluso contra mí misma) Samurai de tradición impecable, te hundes ante la evidencia. No sufras, nos pasa a todos. -"Te recuerdo"- contra ti y contra mí- "que eres casi humano los sábados por la mañana"-. Y recuperas el tacto por la tarde. Y el domingo reflejas el sol y tus uñas rozan mis pies, y mis pies, muy cuerdos, no te dicen que ya eres enteramente humano, porque de esta condición huyes... Para que no me huyas, no te tengo,  te ofrezco. Pero cada domingo soleado (y siempre que se te pierde el tiempo) te gozo en silencio.
(Y siempre encuentro rincones transparentes donde detener el péndulo de tu tic-tac enfermo)

martes, 19 de enero de 2010


Bienvenid@
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noMiedo